¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! (Isaías 5:20)
La era en la cual vivimos se caracteriza de distintas maneras, desde la filosofía se habla de postmodernidad, desde la sociología se denomina sociedades postindustriales, desde la teoría de la comunicación se refiere a era de posverdad… si, posverdad, es decir, más allá de la verdad. ¿Se puede ir más allá de la verdad? Claramente no, por ello a lo que se refiere el término no es a ir más allá de la verdad como algo objetivo, sino a que la verdad puede ser construida e impuesta a los demás, que se puede llegar a una conclusión antojadiza aun cuando los datos objetivos digan lo contrario. Desde la teoría de la comunicación se ha demostrado que se puede construir una verdad totalmente distinta a la objetiva y esta nueva verdad es asumida por un grupo humano o sociedad. No es que la verdad objetiva deje de existir, es que ese grupo humano acuerda y se convence de la nueva verdad y empieza a funcionar en torno a ella, contra todo sentido común, se escoge vivir en lo falso e ilusorio, por ello la RAE define posverdad como una distorsión deliberada de la realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública.
Aun cuando la biblia no es un tratado de sociología, encontramos una narración ideal para ejemplificar el concepto.
Aproximadamente en el año 1445 se da un evento trascendental en la identidad de Israel, la salida de Egipto y tránsito por el desierto; probablemente entre febrero y fines de marzo fue cuando los Israelitas vieron que el agua de los egipcios de convirtió en sangre y la de ellos se mantuvo pura, vieron ranas subir desde el Nilo hacia las casas de los egipcios sin que ellos en sus villas sufrieran ese mal; observaron con asombro plagas de piojos, moscas, pestes en el ganado, ulceras en la piel de sus opresores, y nada de ello impactó sus vidas; ya en abril vieron grandes bolas de granizos encendidos cayendo sobre las casas de los egipcios; fueron testigos del dolor de los padres y madres egipcios que perdieron sus primogénitos, además vieron el mar rojo abrirse en un espectáculo inimaginable; llegando mayo, en el desierto, son testigos de una multitud de codornices enviadas por Dios para darles carne y experimentaron la provisión divina diaria del maná, el cual los acompaño todos los años de peregrinaje; en el Sinaí sintieron enorme temor al ver el monte humear, escuchar el estruendo de la tierra, los relámpagos y un sonido como de trompeta ensordecedor, fue tal el impacto que dijeron a Moisés que él les representara frente a Dios, pues temían por sus vidas (Éxodo 20:18-26), en este mismo contexto Dios les prohibió la idolatría, la construcción de imágenes alusivas a él o a otros dioses falsos. Debido al diálogo entre Moisés y el pueblo, Moisés sube nuevamente al monte a escuchar las ordenes de Dios, es Junio, y su estancia en el monte es de ya muchos días, tantos que el pueblo empieza a pensar que Moisés había muerto y ocurre lo absurdo. Luego de 5 meses donde Dios muestra prodigios, milagros y autoridad sobre todo lo creado, representantes del pueblo se acercan a Aarón y le piden que les fabrique dioses que vayan delante de ellos (Éxodo cap. 32), y Aarón, testigo privilegiado de los milagros y prodigios, accede a usar sus talentos para satisfacer la petición absurda del pueblo, esto ya es insolente por si solo ante los ojos de Dios y fuera de todo sentido común, pero como el delirio humano siempre puede ir un paso más allá, una vez fabricado el dios becerro de oro y otras figuras, la consigna fue “Israel, éstos son los dioses que te sacaron de la tierra de Egipto” (Éxodo 32: 4) y al día siguiente ofrecieron sacrificios al dios fabricado, presentaron ofrendas y festejaron en su honor.
Una amiga y hermana en la fe diría ¿En serio? ¿En serio Aarón, que ese becerro fabricado por tus manos fue el responsable de los últimos 5 meses de prodigios y milagros nunca antes visitos por el ojo humano? ¿Es en serio Israel, que a ese montón de oro fundido le debes la provisión de carne y maná en el desierto? ¿No hay ningún anciano o jefe de tribu con sentido común que diga “hermanos esto es absurdo”? Recuerde el concepto de posverdad: distorsión deliberada de la realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública; o como lo explica el diccionario Oxford, la posverdad es una afirmación en la que los datos objetivos tienen menos importancia que las opiniones y emociones que suscita.
Ahora bien, todos quienes hemos leído esta narración bíblica, solemos decir, yo no hubiese participado de ese absurdo; o sentenciamos, por esas insensateces Israel se mereció vagar en el desierto, es imposible que cristianos de hoy caigan en algo así de delirante. Sin embargo, ¿No es delirante que diciendo la escritura: no os unáis a yugo desigual, algunos justifiquen sus relaciones de pareja indicando que de esa forma están evangelizando al no converso o conversa? ¿No es absurdo que indicando la biblia que la homosexualidad, fornicación, idolatría son pecados, algunos y algunas relativicen y aprueben tales conductas? A causa de la posverdad, alguien que tiene biología masculina pero se siente mujer, cambia su sexo legal y se debe tratar como a mujer, pues el dato objetivo es menospreciado y se da relevancia a la opinión y emoción.
Pastor, hermano, hermana, maestro y maestra, estamos en la época de la posverdad, época en que nuestros niños y jóvenes son enseñados a desestimar el dato objetivo y sumarse al consenso social basado en la opinión y emoción; más que nunca se requiere que aquellos que conocemos la verdad, seamos firmes en exponerla, enseñarla, y vivirla; estamos en el tiempo en que se incentiva a las personas a guiarse por lo que sienten y no por lo objetivo y racional, mucho menos son incentivados a guiarse por la fe en Dios; más que nunca requerimos atender la palabra de Dios y el consejo que en ella hay, pero si alguno o alguna no cree que la biblia es palabra inspirada por Dios, fácilmente cederá a la posverdad y se sumará aquellos que van tras la corriente de este mundo, siguiendo el absurdo de la moral mundanal.
Tengamos convicciones firmes, enseñemos la verdad, seamos valientes.
Un abrazo fraterno.
AMV
PASTOR DE IEU PURÉN