La manera como pensamos determina cómo actuamos

¿Cómo la manera que pensamos determina nuestros hechos?

Vivimos en un siglo donde el cristianismo ha descuidado nutrir su mente de la palabra del Señor, la enseñanza bíblica dice:

 “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.”

Deuteronomio 6:6-9 RVR1960

Lamentablemente, se puede observar cómo las nuevas generaciones no tienen una firmeza basada en la palabra del Señor y es por ello que la iglesia de Cristo va tomando cada vez más la forma de este mundo, sin embargo la biblia nos enseña:

 No os conforméis a este siglo sino que transformados por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios agradable y perfecta”.         Romanos 12:2

En la actualidad vivimos en un siglo de libertad de pensamiento y la iglesia de Cristo está adquiriendo las formas del mundo, la palabra conforméis se refiere a tomar forma, y este versículo nos anima a NO tomar la forma de pensar de este siglo, ¿para qué? dice el texto para comprobar la voluntad de Dios agradable y perfecta.

Vivir la palabra del Señor, es algo que nuestro corazón debe añorar, sin embargo, cuando enfrentamos pruebas y tentaciones y recurrimos a nuestra mente para encontrar alguna herramienta que nos ayude a enfrentar aquello y salir victoriosos, lamentablemente en nuestra mente hay cualquier cosa, menos la palabra del Señor, y es por ello, que fracasamos. He ahí la importancia de nutrir nuestra mente con las enseñanzas de la palabra de nuestro Señor Jesucristo.

Leemos:

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”                Filipenses 4:8 RVR1960

 

Pablo exhorta a la iglesia de Filipo a cuidar, guardar y estimar como algo valioso sus pensamientos, cuidar su mente. Al decir por lo demás, se refiere a: por lo antes dicho, o en conclusión,  concluyó lo siguiente en su carta:  lo que debe estar en nuestros pensamientos es: todo lo justo, todo lo puro, amable, honesto etc. y esto haced.

La mente o el pensamiento es aquello similar a una máquina de controles que dirige todo lo que hace nuestro cuerpo, es decir,  nuestras acciones, hechos, actitudes etc. pero, ¿ qué es el pensamiento? según la Real Academia Española el pensamiento es la facultad de pensar un conjunto de ideas, puede ser breve, al instante (memoria a corto plazo), o son procesos mentales que permiten al ser humano crear sus propios esquemas mentales para poder tener una visión de vida de la realidad (memoria a largo plazo), el pensamiento es la capacidad del ser humano de formar ideas o representaciones de la realidad en la mente.

Así como Pablo estaba preocupado por cuidar el pensamiento de la iglesia de Filipo urge cuidar el pensamiento de la iglesia de Cristo, porque esto afecta su manera de vivir, puesto que, la iglesia ha tomado la forma de pensar de este siglo y esto ha causado efectos negativos en la respuesta del creyente frente al pecado, la prueba o su vida práctica.

¿A qué se refiere con los siguientes conceptos?  verdadero, honesto, justo, puro, amable de buen nombre (honorable), si hay virtud alguna (virtuoso), digno de alabanza (admirable). La Biblia enseña que Dios tiene todas estas cualidades,  esto define el carácter verdadero, justo, puro, amable, honorable, virtuoso, y admirable de Dios. Él es lo más puro,  justo,  verdadero,  él es la fuente y la medida de todo lo puro, justo,  verdadero,  honorable etc. Pablo intenta decir a la iglesia que todas las cosas que pienses, estimas, valores,  aprecies,  mires, o hagas,  hazlo en relación a Dios,  cada cosa que evalúes, amistad,  actitud,  actividad,  o cosa alguna, sea conforme a la verdad de Dios,  a su pureza,  a su justicia,  a su bondad,  en conclusión Dios es el punto de referencia,  o el lente por el cual debemos pasar cada pensamiento.

¿Por qué la Biblia nos manda pensar en estos ocho conceptos?  Tomando en cuenta la inclinación pecaminosa de nuestra mente, la razón por la que se nos manda es porque nuestra mente no está entrenada a pensar así, entonces por defecto se inclina más al mal que al bien.

Leemos:

“Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” 2° Corintios 10:5

 

El resultado de llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, es que llamarás bueno a las cosas que Dios llama bueno, juzgarás si algo es verdadero si está de acuerdo a la verdad de Dios, estimar algo como cierto si solamente se ajusta a la verdad bíblica de Dios o estimar algo justo si se ajusta a la justicia de Dios, considerarás algo bello sólo si está en armonía con lo que Dios considera bello, es un ejercicio mental de traer toda la verdad de Dios, la justicia, la pureza a cada cosa con la que nuestra mente interactúa.

Leemos:

“¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!”

Isaías 5:20 RVR1960

Este ¡ay!, indica dolor, es decir, es algo con lo que debemos tener cuidado, ya que, el cristiano NO debe transar la verdad de Dios, llamando buenas a las cosas malas.

Si pensamos en la siguiente analogía “cuerpo sano, mente sana”, para que el cuerpo esté sano debe nutrirse de cosas saludables tales como: frutas, verduras, leche, etc. Una dieta balanceada permite que el organismo esté saludable y se defienda de las distintas bacterias o pueda resistir las enfermedades que le puedan afectar. Si alimentamos nuestra mente con lo que NO está en armonía con lo verdadero, justo, honesto, etc. Pues, ¿cómo enfrentaremos la prueba o tentación? Si la mente no está alimentada con la palabra de Dios, la mente se nutrirá del error, mentira, engaño, injusticia, impureza, de aquello que no es virtuoso o digno de alabanza.

El principal mandamiento dice:

“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.”

  1. Mateo 22:37 RVR1960

La mente tiene la voluntad y capacidad de decidir, una forma de amar a Dios con nuestra mente es tener la voluntad de decidir que dejaremos entrar en nuestra mente, y que prohibiremos.

“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.”

Isaías 26:3-4 RVR1960

 Si meditamos en la palabra del Señor, estaremos en una mejor posición para enfrentar la tentación o la prueba, Jesús es nuestro mayor ejemplo, en Lucas 43 vemos cómo resistió la tentación, ¿qué había en su mente? la palabra de Dios, la verdad estaba en sus pensamientos y con ella responde al tentador diciendo: “escrito está” y cita la escrituras. Satanás siempre ha usado la misma anti-maña, poner en duda la verdad al dialogar con la mente, porque sabe que allí se toman decisiones, ¿cuál fue la decisión de Eva cuando dialogó con Satanás? Leemos en  Génesis 31 el diálogo entre ambos, Satanás le dice ¿con que Dios ha dicho?, poniéndo en duda la palabra de Dios. Este diálogo se da constantemente en nuestra mente, hay un autor que dice que la mente es un campo de batalla, en el cual Satanás lucha con la verdad de Cristo, la cual ha sido grabada en nuestros corazones, es allí, donde nuestros pensamientos dialogan, se  toman decisiones y se llevan al acto, es por ello que las batallas se pierden en nuestra mente primero, tal como vemos en el ejemplo de David, él pecó en su mente primero al desear a la mujer de Urías. Cuando el enemigo captura nuestra mente somos presa fácil de caer en el pecado, por lo cual resulta fundamental cuidar nuestra mente y pensamientos.

Hoy está de moda la meditación, muchas religiones paganas la han impulsado,  pero la palabra nos invita a meditar en todo lo bueno, puro, verdadero, justo, y a meditar en mi ley como dice el salmo 1:

 “Bienaventurado el varón (…) en la ley de Jehová está su delicia y en su ley medita de día y de noche, será como árbol plantado junto a corrientes de aguas que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae y todo lo que hace prosperará. “

 

Meditar en la palabra de nuestro Señor es aquello que realmente nos conviene, en conclusión toda acción es precedida por un pensamiento, nuestra mente gobierna nuestros actos. La carta a la iglesia de los filipenses termina la idea diciendo:

“Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.”

Filipenses 4:9 RVR1960

 

¿cómo puedo cuidar mis pensamientos y mi mente?

“Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.”

Salmos 119:105 RVR1960

Procura estudiar constantemente la palabra del Señor, cuida lo que entra en tu mente, ya sea por medio de la lectura de libros, lo que observas en televisión o en internet o en las redes sociales, la música que escuchas,  nada de eso podrá ayudarte a enfrentar las pruebas y tentaciones, sólo la palabra del Señor es aquel consejo sabio que nos permitirá salir victoriosos, frente a cualquier adversidad y nuestra lucha constante de no pecar.

“Aquel cuyos pies van a resbalar es como una lámpara despreciada de aquel que está a sus anchas.”

Job 12:5 RVR1960

Hoy en día podemos conocer a través de la filosofía y de otras religiones muchos razonamientos que parecen lógicos, pero carecen de un fundamento bíblico, y el cristiano puede discernir entre lo que realmente le conviene hacer siendo guiado por esta gran lumbrera, la biblia.  Cuida lo que dicen tus labios, y lo que escuchas, te invitamos a que puedas pasar todo a través del lente de Dios y evaluar si está en armonía con su voluntad agradable y perfecta para tu vida.

 

Hermana Karen Hernández Cuevas, coordinadora del CEFT.