LA PERFECTA UNIDAD
“En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre y yo le amaré y me manifestaré a él.
Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará y vendremos a él, y haremos morada con él”. Juan 14:20, 21 y 23.
En el capítulo 14, Jesús prepara a sus seguidores, para los acontecimientos que están por suceder. No tan solo, para ofrecerles consuelo en relación a su venida futura, sino también en el presente a través del misterio del Espíritu Santo. Él les promete, varias bendiciones espirituales: Un Consolador, una vida espiritual, una unión espiritual, un Maestro espiritual y una paz espiritual.
La clave de esta relación maravillosa, la encontramos en el versículo 15 del capítulo 14, que consiste en amar a Jesús y demostrar ese amor mediante la obediencia. El amor y la obediencia a Jesús son una sola cosa, no se puede separar.
Lo, que mas deseo destacar es esta unión espiritual (“haremos morada en él”). Es una verdadera situación de privilegio, lo que antes de su muerte y resurrección, no se tenía. Tener al Dios trino, morando en nosotros, nos lleva a comprender al campo del dominio completo de Dios (“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.” Efesios 1:3)
Poseer, a Cristo Jesús en toda su plenitud, morando en nosotros. Se podrá, decir con toda certeza, “ el que tiene a Cristo Jesús, lo tiene todo y el que no tiene a Cristo Jesús, no tiene nada”.
Amados hermanos, comprender esto y aplicarlo, marcará la diferencia de nuestro servicio a Dios y su obra. Bendiciones.
Obispo, Pastor Presbítero Arturo E. Villarroel López