
Mateo 5:13 “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere ¿con qué será salada? No sirve para nada, sino para ser hollada por los hombres”
Vosotros sois la sal de la tierra. Los profetas en el A.T. habían sido la sal de la tierra de Canaan, pero los apóstoles eran la sal de toda la tierra porque habían de ir por todo el mundo predicando el evangelio (Mr. 16:15) que podían hacer ellos en una extensión tan grande, pero al tener que trabajar a la manera de la sal un puñado de sal habría de extender su sabor he influencia de una manera progresiva e irresistible. La doctrina del evangelio es como la sal que penetra hasta llegar al corazón (Hechos 2:37).
En el mundo antiguo la sal era altamente preciada los griegos llamaban a la sal “divina”. Los romanos decían que no había nada más útil que el sol y la sal. En tiempos de Jesús la sal se relacionaba en la mente de las personas con tres cosas : Pureza, conservación y sabor
La sal conectaba con la pureza: Probablemente su blancura resplandeciente sugería esta conexión, los latinos decían que la sal era la cosa más pura ya que procede del sol, y del mar. La sal fue hecha la más primitiva de todas las ofrendas que se hacían a los dioses y hasta sus últimos tiempos los sacrificios judíos se ofrecían con sal. Así pues, si el cristiano ha de ser sal de la tierra debe ser un ejemplo de pureza.
Una de las características de la sociedad en que vivimos es que han bajado los niveles de honradez y moralidad. El cristiano debe ser una persona que mantenga bien alto su nivel de absoluta pureza en su manera de hablar, su conducta y pensamiento. Ningún cristiano puede pensar con ligereza y reducir los niveles de moralidad en un mundo que induce al pecado. El cristiano no se puede retirar del mundo, pero debe “guardarse sin mancha del mundo” (Santiago 1:27)
Otro punto importante con respecto a la sal es su capacidad de conservación en el mundo antiguo la sal era el más corriente de los conservantes, se usaba para que las cosas no se corrompieran. La sal es por naturaleza un elemento que mata y elimina los microbios de la corrupción. Purifica sazona y preserva de la corrupción, es de notar que Jesús quiere en todo esto poner en relieve el carácter del discípulo más bien que sus obras. La sal y la luz operan en virtud de lo que son y no de lo que hacen, por eso es menester que conserven su identidad más que su actividad. Cada discípulo debe ser en sí mismo sazonado con el evangelio con la sal de la gracia. Como lo vemos en el evangelio de Marcos 9:50 “…tened sal en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros” de lo contrario no podéis difundirla entre otros con solo mantenerse como sal hará bien a otros.
Los discípulos como sal de la tierra son una enorme bendición para la humanidad que yacía en la ignorancia, la maldad y la corrupción, era un montón de materia insípida en proceso de putrefacción, pero Cristo envió a sus discípulos a sazonarla con el conocimiento del evangelio y preservarla de la corrupción haciéndola aceptable a Dios.
Para esta tierra el cristianismo es el elemento que impide que la tierra sea completamente corrompida así que si el cristiano ha de ser sal de la tierra debe tener una cierta influencia antiséptica en la vida. Todos saben que hay personas en cuya compañía es fácil ser buenas y que también hay ciertas personas en cuya compañía es fácil bajar el nivel de la moral, el cristiano debe ser un antiséptico purificador en cualquier lugar en que se encuentre; debe ser una persona que, con su presencia, excluye la corrupción y les hacer más fácil a otros ser limpios.
Por ultimo la más grande cualidad de la sal es que esta presta sabor a las cosas, los alimentos sin sal son tristemente insípidos y hasta desagradable, el cristianismo es a la vida lo que es la sal a la comida. El cristianismo le presta sabor a la vida
Finalmente si la sal se vuelve insípida ¿con que será salada? Si un creyente y especialmente un ministro del Señor se halla en esta triste condición su radio de acción pondrá de manifiesto su deplorable estado porque quien había de ser sal para otros ¿conque será salado? Su utilidad se ha desvanecido por completo no sirve ya para nada. Hacerse insípido significa perder la capacidad de salar, cuando el discípulo se hace insípido queda en la misma condición que la gente terrenal y ya no puede distinguirse de los incrédulos.
Amados en el Señor tenemos una gran responsabilidad de ser sal para otros en el medio en el que desarrollamos nuestras actividades ya sea en el trabajo, colegio, universidad, vecindario, familia e Iglesia, Dios espera de cada uno de nosotros que seamos aquellos que nos mantengamos puros, además que conservemos el estándar moral en nuestro medio o donde quiera que nos movamos seamos para otros una buena influencia y que por medio del evangelio todo nuestro vivir y andar en esta vida tenga sabor . Dios les bendiga
Pastor Cristian Andrades Miranda
IEU Laguna Redonda